jueves, 26 de enero de 2012

¿?

Echo de menos a tantas personas y a tantas cosas... que yo ya no se que pensar...

miércoles, 25 de enero de 2012

A veces

A veces todos deberíamos callarnos, a veces deberíamos dejar de decir yo nunca haré eso, a veces deberíamos seguir las metas que nos proponemos, dejar de darnos aires de algo que no somos, reconocer que todos somos falsos en momentos de nuestra vida y con determinadas personas, a veces deberíamos tragarnos nuestras palabras una a una.
A veces, deberíamos aprender a pensar las cosas dos segundos antes de decirlas y otras veces no pensar nada y sentir el deber de seguir tus impulsos.
A veces deberíamos ser más fieles a nuestras palabras y más francos con las personas.
A veces deberíamos ser un poco más nosotros mismos.
A veces deberíamos ser tantas cosas que no somos...

viernes, 13 de enero de 2012

El pasado siempre vuelve.

Son como esos fantasmas del pasado que vienen a atormentarte, a traerte sus recuerdos, los tuyos, los que tenías olvidados o más bien tú te habías obligado a ello.
Perdiste, sin querer entrar en el juego lo hiciste y desde entonces no has hecho más que perder. Perder ilusiones, perder risas, perder caricias, perderte aquello que te hacía feliz, perderte a ti misma.
Sabes que pasó queriéndolo o no, pero aun siendo inconscientemente sabes que no existe justificación, no existe marcha atrás. No puedes justificarte ni esconderte en tu forma de ser, cualquiera podría hacerlo con la suya y no hubieses aguantado ni la cuarta parte y lo sabes.
Sin embargo, siempre esperas que estén ahí, que nunca se cansen de tus borderías, de tus estufidos, de tus desplantes y de tu manera de desentenderte y pretendes que sea así siempre, que tengas que hacer el mínimo esfuerzo, que tengas que quererlos por lo que hacen pero todo tiene un límite.
Ves tu situación, tienes amigos auténticos por los que matarías si fuese necesario aunque antaño te pareciese imposible pero has despertado tarde y otros tantos increíbles y fundamentales en ti han caído y no has peleado por evitar aquello, o sí lo has hecho pero no lo suficiente.
Hoy quiero pedir perdón aunque no sirva de nada por ser como soy aunque me guste ser así o creer que es lo mejor, pido perdón por esos días en los que no me apetece hablar, por los días en los que no cojo el teléfono, por los días que decido no hablar, por las veces que he hecho llorar, por las veces que hayáis sentido que dándome una bofetada caería del burro. Pido perdón por sacaros de vuestras casillas, por las situaciones incómodas, por aquellas palabras falsas para salir del paso, por querer incondicionalmente y jamás demostrarlo. Pido perdón por ser tan dejada y créeme que en eso no hace falta más odio del que me arrojo a mi misma, pido perdón por tener miedo a coger un teléfono, por no decir planes, por querer y no hacer, por no dar tanto como recibí.
Pido perdón a mis pilares fundamentales, a todos ellos, a los que me arañan el corazón intentando que luche día a día contra mí misma por ser como soy, a los que me dicen las cosas como son y no como las quiero oír, pido perdón a cada uno de vosotros aunque sea tarde, pero necesito sentirme un poco mejor. Necesito creer que todo tiene algún motivo y algún por qué. A los que me provocan que llore de tanto reír y yo no sepa hacer lo mismo. 
Necesito pensar que sigo siendo yo, y que siempre seguiré siéndolo. Necesito pedir perdón en los momentos que me siento terriblemente culpable. Necesito sentir que el bien que todos ellos han hecho y hacen en mí, lo hayan sentido ellos por mi parte.
Siento no haber sido como esperabais.

jueves, 12 de enero de 2012

Quien mejor para quererte, que tú mismo...

...Para Siempre...
Pasa de todo, como suele hacer con aquello que le rodea, y no es por simple cabezonería o rebeldía como puede creerse, sino una manera de protegerse del mundo, para no recibir más palos de los que ya vivió, tal vez por miedo a mostrarse tal como es, quizás porque sabe que será tiempo perdido.
Normalmente no muestra simpatía sino que puede estar días indefinidos cabreada con el mundo, sin ningún por qué aparente, Se siente frustrada con él, con la gente, con la vida, con todo en general. Tiene sus días buenos, sus días malos, sus días mimosos y perros, sus días de felicidad y locura, sus días de trabajo…como todo el mundo.
Es cabezota e irremediablemente picona, su manera de mostrar su cariño y la confianza que puede coger a alguien. 
No quiere cuentos de hadas, ni príncipes con princesas en castillos comiendo perdices como cualquiera desearía, quiere cariño a ratos, personas de las que no tenga que cansarse a los dos meses de aburrimiento ni depender de alguien al que tenga que darle explicaciones, gente que le haga despertar pasiones, que le calle cuando sea necesario, que deje que sea libre de verdad, sentir hasta el infinito. Quiere pasarlo bien, reírse si es necesario, llorar, viajar, sentir, anhelar…
Pero ella se cree rara y pocos la comprenden y la verdad es que prefiere seguir así, en su mundo, ese mundo en el que se encuentran aquellas personas que tienen la capacidad de comprenderla y quererla como es o simplemente aquellas que aceptan que jamás serán capaces de llegar a entenderla