Cómo guardamos cada detalle, cada palabra, cada gesto, cada pizca de su aroma para tardar en olvidar lo máximo posible, para repetirlo en tu cabeza, analizarlo, desmenuzarlo, saborear esos momentos infinitos, en un ciclo sin fin.
Maldices una y otra vez, te obligas a prometerte que no volverá a ocurrir, pero es que lo ves... ves a ese ser maravilloso y perfecto, a ese que odias y quieres a partes iguales, a ese que nunca nunca podrías olvidar...y vuelve a empezar el caos.
"Mañana hay una fiesta y me ha invitado el ron a hacerme daño, a hablarle a otras mujeres del cielo de tus labios. Ahora que vivo solo me crecen tus enanos, me dan miedo las noches, te quiero pero es raro. Te conozco de siempre, llegaste hace un rato.
Cuídate, nos debemos la vida. Vuelve pronto, y se fue con las flores.
Vuelve, que te estoy confundiendo entre la noche.."
Vuelve, que te estoy confundiendo entre la noche.."