sábado, 19 de octubre de 2013

Vuelve, y vuélvete a reír mientras bailamos

Debería estar prohibido que una persona destroce tus esquemas, tus ritmos y que ocupe sin derecho tus tiempos libres, y también los momentos ajetreados.
Cómo guardamos cada detalle, cada palabra, cada gesto, cada pizca de su aroma para tardar en olvidar lo máximo posible, para repetirlo en tu cabeza, analizarlo, desmenuzarlo, saborear esos momentos infinitos, en un ciclo sin fin.
Maldices una y otra vez, te obligas a prometerte que no volverá a ocurrir, pero es que lo ves... ves a ese ser maravilloso y perfecto, a ese que odias y quieres a partes iguales, a ese que nunca nunca podrías olvidar...y vuelve a empezar el caos.

"Mañana hay una fiesta y me ha invitado el ron a hacerme daño, a hablarle a otras mujeres del cielo de tus labios. Ahora que vivo solo me crecen tus enanos, me dan miedo las noches, te quiero pero es raro. Te conozco de siempre, llegaste hace un rato. 
Cuídate, nos debemos la vida. Vuelve pronto, y se fue con las flores. 
Vuelve, que te estoy confundiendo entre la noche.."

martes, 15 de octubre de 2013

Querida Cris, creo que por fin he entendido lo que significa la palabra éxito y casi inmediatamente después me ha invadido una enorme sensación de vacío, porque el éxito no sirve de nada si no lo puedes compartir con tus seres queridos.
Llevo sin compartir dos años nada con nadie, nada de lo que me pasa por dentro, nada de lo que soy y ya no puedo más. Tú estuviste a mi lado todo ese tiempo y me he preguntado muchas veces por qué no lo compartí contigo.
Ahora sé que es porque me daba vergüenza, me cuestionaba mi existencia y todo lo que me rodeaba. Y decidí huir, de todo, hasta de ti.
He necesitado dos años, mucha distancia, miseria y soledad para darme cuenta de que lo único que hizo, fue cometer cinco actos de amor. Creo que es comprensible entender y perdonar y que decidiera irse con él para vivir una vida alejada de una mentira. Su vida al fin y al cabo, no la de los demás.
Te cuento todo esto porque por no contártelo siento que te perdí, y no pretendo recuperarte, sobretodo porque sé que tú no querrías. Supongo que es mi forma de pedirte perdón. Por no haber estado a la altura de lo que merecías. De lo que te mereces.
Te quiero mucho, Caleb.