Pues yo no quería ser menos que todas las personas que tengo
en diversas redes sociales, las cuales hacen un balance de su año en el cual
van sus penas, alegrías y propósitos,de los cuales no harán ni la milésima
parte.
Si soy sincera, no quiero que acabe mi querido 2012, el cual
para mí ha sido más que genial y eso que dicen de después de un año bueno,
viene el malo… Y qué coño! 2013 es un impar feo de cojones.
Mi querido 2012 me ha dado la graduación en la carrera que
más ánimo me da todos los días para levantarme de la cama y ponerme en contacto
con esta mierda de mundo. Es el que me ha permitido estar dos meses trabajando
en esto y poder comprobar, que no ha habido dos meses más plenos en mi vida
desde hacía mucho tiempo.
He asentado amistades que jamás imaginé, sobretodo en Almerida,
mi querida Noe y mi loca Nieto, mi Rosicabenferri, mis ENORMES compañeras de
piso aunque más que compañeras han sido mis madres y hermanas, mis queridas chicas
de la UAL, a las que tanto eché de menos este año y me piden que vaya de
visita. Y lo cierto, es que no puedo quejarme de amigas. Eso sin contar, a mis
queridos alicantinos (estudiando en otros sitios o no) que los he tenido y
tendré siempre, tanto a los de toda la vida como a mis músicos guapos y salaos.
He sufrido, porque… ¿quién no sufre en un año? He sufrido
con las peleas y separaciones de otros tantos amigos, esos por los que parece
que siempre falte algo, porque en cierta manera, sean o sean ahora amigos,
estén más cerca o más lejos, hables más o menos, han sido una parte
indispensable este año, han formado parte de la historia de mi vida y hasta
incluso me han hecho crecer.
He sufrido con la pérdida de seres queridos, que no me hacen
más que recordar todos aquellos que ya perdí una vez, un año tras otro, uniones
y lazos que jamás olvidas, hechos por los cuales, hemos conseguido que toda la
familia tuviésemos una espectacular cena y fiesta, con la excusa de juntarnos
en otro sitio un poco más agradable y animarnos a seguir haciéndola siempre,
pero todos, cosa que unir a semejante burrada de butrones, será complicado.
Y como en todo año que le ocurre a todo el mundo, he maldecido
hasta el día en que nací por dejar pasar citas que podrían haber sido
impresionantes, chicos que estuvieron pero que mi pasotismo y mi desgana
hicieron mella y con esto, se marcharon.
He ido a festivales donde el logro era sobrevivir bebiendo
una semana durante 24 horas, he viajado, dormido en sofás, cogido enfermedades
extrañas, volví a nacer gracias a los reflejos de mi madre y la ayuda de mi
fisio y el collarín, he pasado un verano espectacular como mínimo, me he mudado
de ciudad y de piso, sigo en mi querida música y conservo todo aquello que
quiero y he querido conservar siempre. El resto, pues atrás quedó.
No voy a hacer propósitos de año como dejar de beber un
sábado o el típico de ir al gym, porque ya lo hago y no dejaré de hacer ambas.
No quiero regalos, ni que los reyes pasen por no sé qué casa. Quiero los pequeños placeres que hacen que disfrute día a día mi vida. Y esto preparada para volver a cometer millones de errores, con los cuales seguiré creciendo y aprendiendo, e incluso algunos de ellos me llevarán a conocer otras cosas nuevas e impresionantes.
Este año pido
felicidad, para todos los míos, para que puedan seguir siendo como son, para que tengan todo
aquello que merecen.
Pido justicia para todos aquellos que no la han tenido y que
todas las cosas se pongan en su sitio, una detrás de otra, como si todo tuviese
que encajar, como si no pudiese ser de otra manera.
Pido que cada uno viva su vida acorde a sus deseos y
voluntades, en paz consigo mismo y con el resto.
Pido que lloren lo mínimo y rían todo lo que puedan, que
aprovechen los días aunque sus rutinas sean una auténtica mierda o aunque los
días no acompañen.
Quiero terminar el año teniendo a todas las personas que ya
conozco y he conocido e incluso las que tengan que venir. No quiero más
despedidas, ni más sufrimiento, ni más adiós, ni más noches en vela. No quiero
tener la necesidad de sentirme culpable cuando no lo soy.
Quiero que nos dejen a mí y a todos los míos vivir en paz.
Quiero que los míos sean felices, para poder serlo un
poquito más yo también.
A ver qué coño nos depara este 2013.