domingo, 20 de enero de 2013

De maletas se trata ahora. De empaquetar tres años inolvidables, de cerrar, de recoger, de guardar en maletas y en ti, darte la vuelta y salir sin mirar atrás, porque si lo haces, no sabes si serás capaz de decir adiós, de dejar aquello por lo que luchaste, por aquello que te hizo aprender y cambiar.
Es decir adiós a personas que a golpes te han hecho aprender y a grandísimas personas que han hecho que poco a poco tuviese ganas de venir a Almerida querida..
Solo puedo decir que gracias, gracias y gracias... por todo, por hacerme inmensamente feliz.De maletas se trata ahora. De empaquetar tres años inolvidables, de cerrar, de recoger, de guardar en maletas y en ti, darte la vuelta y salir sin mirar atrás, porque si lo haces, no sabes si serás capaz de decir adiós, de dejar aquello por lo que luchaste, por aquello que te hizo aprender y cambiar.
Es decir adiós a personas que a golpes te han hecho aprender y a grandísimas personas que han hecho que poco a poco tuviese ganas de venir a Almerida querida..
Solo puedo decir que gracias, gracias y gracias... por todo, por hacerme inmensamente feliz.

A veces

A veces todos deberíamos callarnos, a veces deberíamos dejar de decir "yo nunca haré eso", a veces deberíamos seguir las metas que nos proponemos, dejar de darnos aires de algo que no somos, reconocer que todos somos falsos en momentos de nuestra vida y con determinadas personas, a veces deberíamos tragarnos nuestras palabras una a una.
A veces, deberíamos aprender a pensar las cosas dos segundos antes de decirlas y otras veces no pensar nada y sentir el deber de seguir tus impulsos.
A veces deberíamos ser más fieles a nuestras palabras y más francos con las personas.
A veces deberíamos ser un poco más nosotros mismos.
A veces deberíamos ser tantas cosas que no somos...
En este mundo hacen falta más sonrisas y menos sollozos. Más confianza y menos embustes. Hacen falta más risueños y menos irritantes. Más mimosos y menos distantes. Más locos y menos equilibrados. Se necesitan más ignorantes y menos espabilados. Más ovejas y menos lobos. Más genios y menos caprichosos. Más desprendidos y menos ambiciosos. Se necesitan más amantes y menos amados. Más amigos y menos contrincantes. Más espontáneos y menos sobre actuados.
Hace falta más gente de verdad.

Quizás yo sea tan cobarde como dices. Puede que sea cierto eso de que tenga miedo, pavor a enfrentarme a todo lo que importa. Que también rehúya de lo que no va bien, y que me despreocupe de lo que me incomoda. Yo también he pensado en renunciar más de una vez. Y de dos. Y de veinte.
Quizás sea porque yo también puedo desencantarme de las cosas. Y perdona que te diga, pero la desilusión es una de las repugnantes sensaciones que experimento muy a menudo. Y a pesar de todo esto, siempre me aventuro a cometer errores. Más de una vez. Y de dos. Y de veinte.
Se acabó

Míos.


Un amigo es la persona que tiene honestidad para alegrarse por ti y contigo, virtud para no juzgarte, sinceridad para enfrentarte, paciencia para entenderte, perseverancia para acompañarte, psicoanalizar sin cobrarte, valentía para protegerte, corazón para compartir las lágrimas, el don para hacerte sonreír, espontaneidad para hacer locuras, disponibilidad las 24 horas del día en los 365 días del año, fuerzas para sostenerte antes de caer, compasión para levantarte si ya caíste, cariño para sanarte, amor para valorarte, dar lo mejor de si mismo sin esperar algo a cambio y priorizar la lealtad de la amistad por encima de todas las cosas.
Pero la amistad no se rata de que una persona lo haga todo por su amigo, sino que ambos hacen lo mejor por la otra persona sin necesitar un reconocimiento o un premio. La mejor amistad, pienso yo, es la que todas esas cualidades están distribuidas en los dos, para que funcione la fusión y uno se pueda complementar solo si tiene a su otro amigo al lado.
No son perfectos y yo mucho menos, pero encontrarlos a ellos ha sido encontrar mi otra mitad.
A todos mis amigos de toda la vida y a los que han venido después pero son igual de importantes en mi vida.
Únicamente para ellos, para los AUTÉNTICOS.
Dos tazas de café, una foto de carné. 
Y le das vueltas. Todo el día. Le tienes durante todo el día encajado entre tus pensamientos. Aparece en cuanto abres los ojos y te abandona en cuanto consigues cerrarlos. ¿Pero sabes qué? Que no puede abandonarte porque ni siquiera está contigo. Lo único que conservas de él es el recuerdo de sus labios deslizándose por tu piel y una sonrisa que compartes con sólo él sabe cuántas. Y no sabes lo que duele más. Si la indiferencia que siente por ti, o la absoluta y efímera devoción que parece sentir por dormitorios que no huelen a ti. Si las lágrimas que se te atragantan por orgullo o la necesidad de sentirle cerca, tan cerca como pudiste haber estado de él.
A menudo en nuestra vida buscamos el equilibrio, la consonancia perfecta que te haga sentir que todo marcha bien. Solemos aferrarnos a nosotros mismos y a la seguridad de esta rutina que aparece en nuestras vidas; nos amuermamos y dormimos, acostumbrados a una comodidad que no debería de existir.
Y sin embargo, un día, con un pequeño roce todo se cae y se hace añicos, y no sabemos más que comportarnos como lo infantiles, inseguros e irracionales que somos aunque antes pareciese todo lo contrario.
La armonía no existe más que un microsegundo donde todo cobra sentido para volver a perderse, para volver al punto inicial y tú no ser más que una marioneta, que juega a creerse segura e intocable, pero eres igual que todos. Exactamente igual.

Nieto.

Con creces.
Con creces te has ganado mi cariño y mi respeto, con creces has hecho que te quiera y te necesite para sobrevivir, con creces te has ganado todo lo que tienes y te mereces ser como eres, sentir como sientes y pensar como piensas.
No necesito que me digas cuánto me quieres ni que me lo digas todos los días, ni siquiera una vez al mes, necesito que estés ahí y que demuestres que lo haces, que estás ahí como siempre, dispuesta para las risas, las salidas locas, los lloros y los bajones.
Sé que no soy como las demás, ni que de mi boca verás salir un “tequiero” o un “ para mi eres importante” porque simplemente estaré aquí, siempre, sin exigirte ni pedirte nada a cambio porque no necesito hacerlo.
Me entiendes, somos iguales, nos agobian las mismas cosas y nos sacan de quicio otras tantas, pero aunque fueras diferente a mí, seguirías siendo igual, mi querida señoritinga con sus palabras raras, sus cuernecillos en el pelo, sus polos y su culo de mal asiento, con su traje de luces para ir por la calle en pijama sin problema, para comer piruletas, para darnos vueltas en su coche alegrando la vida a los vecinos almerienses y tocar timbres con calentamiento previo.
Vienes a Guardamar y revolucionas allá por donde pasas, a mis amigos les encanta que vengas, mis compis de piso empiezan a quererte más que a mi y no te digo nada mis padres(aunque mi cama se caiga cuando vienes xD)
No necesito estrellas de mil puntas donde me digas cosas bonitas que me den ganas de estrujarte, ni que me envíes mensajes para darme las buenas noches o mensajes de “mami no quiero ir a la uni” me conformo con oírte decirme Marioneta cada vez que te veo y me digas que voy refeota todos los días con tu sonrisa de malota.
Y nada, que en un par de años hablamos señorita Nieto… De todas formas, todo un placer hacer mi vida almeriense con usted.
No cambiaremos, nunca.

Sucede


Parece imposible pero sucede.
Sucede que un día harta de sufrir dejas atrás el pasado con buen portazo y decides buscar tu presente, ese que hace tiempo dejaste olvidado por algún rincón, desarrapado y desgalichado fruto de tu abandono.
No sabes qué deparará el mañana, el luego, el después, pero tus ganas de avanzar disipan cualquier atisbo de cobardía que pueda aparecer.
Has sufrido sí, quizás mucho más de lo que esperabas a tu corta edad o al menos tú lo ves así, pero no hay que aferrarse al pasado que tanto te dolió o por el que tanto lloraste por miedo a lo que pueda venir. Todos debemos pasar página y debemos aprender que no hemos nacido para llorar sino para aprender a corregir los errores, aprender a vivir.
No van a volver tus 18, ni tus 19, ni tus 20… hay que ponerse manos a la obra que la vida está para eso que para llorar tendrás mucho tiempo cuando vayas perdiendo a todos tus seres queridos, cuando tu segunda casa sea el médico, cuando te duelan todas y cada una de las partes de tu cuerpo, cuando no seas capaz de recordar con claridad tus recuerdos o cuando tu tensión y tu azúcar sean tan elevados que no puedas disfrutar del detalle más insignificante.
Pero puedes quedarte si quieres dando pena toda tu vida, llorando por cualquier esquina y compadeciéndote a ti misma por la mierda de vida que te ha tocado vivir o que tus buenos recuerdos y tus ganas de volver a ser la luchadora nata que eres decida avanzar sin temor hacia adelante, junto con los que decidan compartirlo y ayudarte en tu camino.
El mundo gira, las segundas oportunidades existen en la vida al igual que existe el mundo pero ten claro que llorando no vas a cambiar tu suerte.
Para ti, por nuestras conversaciones en las que espero sacarte mil y un millón de sonrisas como las que tú tantas veces me has sacado a mi.
-Te quiero como... como las vocales a las consonantes, las sábanas a la cama, el hambre a la comida y el invierno a los chaquetones
-Como la trucha al trucho, la pera al perro, la elefanta al elefante, la tigresa al tigre...
Te quiero como de María a... ^^

R

Y se ilusiona, y sufre, y se arma de valor y vuelve a empezar.
Él, tan sensible y tan duro al mismo tiempo, cuánto cuesta que se abra a alguien, haciéndolo con miedo y con cautela, descubriendo poco a poco a esa nueva presencia que osa llamar a la puerta. Algunas personas saben apreciar el esfuerzo y te ayudan a curarlo, a protegerlo con uñas y dientes si hiciera falta.
Sin embargo, Tú, nunca vuelves a ser la misma. Todas las reconstrucciones te hacen formarte como persona, esas grietas que siguen quedando te muestran y te recuerdan los fallos que anteriormente cometiste o aquello que hizo que se rompiera.
Y se ilusiona, y sufre, y se arma de valor y vuelve a empezar, esperando a que a la próxima vez le duela menos y a poder ser, que nunca más ocurra.

Así

Soy cabezota por lo que pocos consiguen hacerme cambiar de parecer, me aburro pronto de todo; me gustan las cosas fugaces, cortas pero intensas que hacen que te hagan vivirlo todo al límite y sentirlo mucho cuando se van, me gusta hacer la pava, sea en el momento que sea, pero siempre rodeada de aquellos que quiero,no soy orgullosa pero si soy vergonzosa; no se encajar ningún piropo ni nada que se le parezca que venga de cualquier persona, por lo que lo más fácil para mí es reír para esquivar todo eso que me hace pasar el mal trago de no saber qué decir, puedo ser la persona más simpática o la más desagradable dependiendo de cómo me haya levantado ese día, no creo en el amor para siempre ni historias, el amor puede ser corto y mucho mejor que una larga relación, soy de las personas que o caen muy bien o muy mal, tampoco creo que una persona pueda tener infinidad de amigos, se tienen pocos pero buenos, nunca sé lo que quiero pero me resigno a pensar que nunca lo sabré, no creo en las supersticiones ni en que haya vida después de la muerte, me gusta sentirme libre y saber que puedo hacer lo que quiero, no me gusta demostrar el cariño que puedo tenerle a la gente al igual que no me gusta mi sonrisa, odio que me digan que me calle y no soporto a las personas que se creen superiores a otras, no me gusta la rutina aunque muchas veces siempre esté ahí, nunca propongo planes por miedo a ser rechazados, al igual que nunca llamo aunque tenga ganas de hacerlo, odio que opinen de mi vida los que precisamente son los que menos saben, odio ponerme la ropa si estoy mojada, me encanta la playa y llenarme de arena, nunca he sabido sacar tema de conversación y moriré sin saber hacerlo, me gustan mis ojos, lo primero que miro de un chico es la espalda, me gusta comer helados y adoro comer limón, soy miedosa, me apasiona la música, soy muy desordenada y muy despistada, me gusta no saber en qué día estoy, nunca llevo reloj, me gusta sacar a la gente de sus casillas, no me gusta la gente pesada,me gusta que me den un abrazo en el momento oportuno, me levanto de mala leche si duermo la siesta, adoro leer cualquier cosa, me gusta el misterio, lo paranormal y la muerte aunque les tenga respeto, siempre caigo en las mismas cosas y seguiré haciéndolo, no me gusta llorar delante de nadie, me gusta que me den masajes y cosquillas, pierdo los papeles si me tocan el cuello, no me gusta que me digan lo que debería de hacer pero siempre necesito consejo, soy muy indecisa y admiro a las personas que tienen tanta seguridad, me pongo nerviosa si me miran, me gusta viajar pero odio hacer y deshacer maletas, me gusta cocinar, echo de menos a mi abuela y a mis tíos, me gusta poner la música alta y me gusta oír a mi prima cantar, adoro el verano y odio el invierno, me dan ataques de furia, no creo en los milagros sino en el esfuerzo de las personas, odio pensar y sobretodo me gusta luchar.

N.


¿Y si no fuera yo, quién sería pues?
¿Sería otra persona, con otra familia y otros amigos? ¿Hubiera dado la casualidad de conocernos a pesar de ser otras? ¿Acaso algo hubiera cambiado las cosas?
Quizás me serviría para ser de otra manera, cambiar mi forma de ser, dejar de ser quien soy para ser otra persona con una personalidad totalmente distinta, probar suerte en otra vida, en otro lugar.
Quizás nos vendría bien, a todos. Hemos conseguido el difícil reto de dejar de saber de nosotras mismas en tan poco tiempo, hemos pasado de ser inseparables a ser casi completas desconocidas.
Alomejor crecer consiste en eso, en alejarte de las personas que más quieres por conocer a otras nuevas que llenarán el daño que hayamos podido causarnos o que quizás, nunca sepan llenar el vacío que dejaste por muy bien que te sientas con ellas…
El tiempo que pasa no es más que distanciamiento y olvido, y por ello hay que luchar, luchar con fuerzas por conseguir aquello que quieres, ya sea una amistad, un sueño, un chico. Hay que caer y volver a levantar.
Quizás estaba escrito que formáramos parte de una etapa de nuestra vida y nada más. Que todo lo que nos ha hecho sonreír haya tenido tiempo limitado y fecha de caducidad, una carrera por luchar contra el paso del tiempo, que siempre va a terminar todo absolutamente todo en olvido.
La vida no es fácil. Si nada vuelve a ser como antes, por favor, que se queden los buenos recuerdos, las risas, las locuras, los apoyos en los malos momentos, los abrazos, los besos. Que si te veo, no tengas reparo en acercarte a saludarme y contarme cómo te sientes, que si estás mal tengas la suficiente certeza que con una llamada estaré allí para ayudarte.
Es tan bonito estar bien y tan duro salir cuando estás mal…
Sí, creo que idear un plan e intentarlo no estaría mal, que si no funciona por lo menos tengamos la certeza de que hicimos algo por intentar solucionarlo y no quedarnos de brazos cruzados viendo pasar el tiempo.
Si falla, espero que la vida te sonría, tanto o más que merezcas, que seas feliz y que encuentres aquello que buscas.
Sí, yo tampoco quiero crecer si ello significa perder aquello que más quiero…
Para mi compañera de viaje, de paranoias, de risas y de tantos momentos que no podrán resumirse, que nadie conocerá ni sabrá excepto las que lo vivimos.

.


Quizás algún día ponga los puntos sobre las íes, pero eso parece tan lejano como el día en que yo siente la cabeza.
Da igual que digan que con mi edad, sería conveniente saber lo que quiero.
Posiblemente, no tengo la madurez suficiente para hacerlo o alomejor es que no me da la gana.
Hoy por hoy, lo único que me importa es ser FELIZ.

Nostalgia

¿Cómo se puede echar de menos tantas cosas? ¿Por qué se siente tan grande ese vacío que antes solamente eran buenos recuerdos?
No sé si siento las cosas de diferente manera porque quizás piense más las cosas o las vea desde otro punto de vista, que mi vida sea totalmente diferente de cómo era antes y ahora simplemente esté viendo la cruda realidad.
Antes sentía que podía hacer lo que quisiera, que lo iba a tener todo con tan solo pedirlo y que tenia a mi gente alrededor, toda esa gente que hacía y hace tanto por mí. Creces, y te das cuenta de que no todo es tan fácil, que las cosas cuestan su trabajo y no siempre se obtiene la recompensa.
Ahora estoy lejos, lejos de aquellas personas a las que tanto quiero, que tanto echo de menos en días como hoy, que han sido las de siempre. Época en la que eramos dueños de todo, de nuestro tiempo, de nuestras borracheras, de nuestras fiestas, grandes e infinitos. Pienso en nuestra felicidad, nuestras épocas rebeldes, de decir cochinadas,de no hacer nada, de vacilar, de reírnos de todo, de gastar putadas, compartir penas, hacer planes tontos, pasar del mundo,nuestras discusiones, nuestros agobios… donde ir a clase era divertido, era una aventura y no sabías que te iba a pasar…pienso en tanta gente con la que he compartido tantos buenos momentos y ahora no se nada de ellos, y asombro por las que pensaba que iba a dejar de hablar y hemos seguido manteniendo el contacto…
Ahora, que se supone que todos empezábamos una nueva etapa, que tanto deseábamos… es cuando más echo de menos volver atrás. No se si quizás sea porque tenía altas expectativas de lo que significaba irte a vivir fuera, sin padres, sin controles, más libertad, más todo…o si por el contrario es que he tenido mala suerte de vivir en piso con ambientes raros, pensar que me iba a ir con mis amigas iba a ser mi sueño hecho realidad y me he dado cuenta de que no todo es oro lo que reluce, que son grandes personas pero que la convivencia es difícil, que con las personas que menos pensaba que estaban ahí han sido las que han dado la cara por mi y que he tenido que buscar apoyo en las personas más insospechadas.
¿ Y qué? En la vida hay que tener un pelo del diablo y otro del demonio. 
Algunos somos tan estúpidos que nos las cuelan dobladas. Lo peor de todo, es que la gran mayoría de veces somos conscientes de ello.

viernes, 4 de enero de 2013

Hoy


Y hoy, viendo fotos de momentos borrosos, momentos que habían quedados en el fondo de mi tintero pienso en qué puto momento todo se fue a la mierda, en qué momento dices… este es el principio del fin, cuál fue el puto momento donde di  un portazo y corrí en la dirección contraria y lo peor de todo… ¿qué fue lo que me hizo llegar a ese extremo?
Pasan los días y mes tras mes parece que todo queda borroso. No recuerdo cuales eran los motivos por los que dejé de hablar con alguien o ir con cualquier otro, solo recuerdo que me cae mal, que no quiero saber nada de su vida, que no debo acercarme, que no debo hablarle. Pero en el fondo y no tan fondo de mi ser pienso, ¿y qué pasaría si hoy lo hiciese? ¿Qué pasaría si volviese?  Sería contradictorio, tanto por lo que he renegado, criticado y olvidado durante algún tiempo, pero el tiempo, que es tan gracioso y majo hace que con el paso de todos los días, solo recuerdes lo bueno como si quisiese minimizar el problema y eso, a una dudas infinitas como lo soy yo, no hace más que erosionar y sacar poco a poco mi pequeño grado de culpabilidad que antes no existía.
El odio y el rencor dejan paso a la nostalgia y realmente pienso si llegó a merecer la pena perder todo lo que teníamos, perder todo lo que vivimos y lo que podríamos haber vivido.
Hoy pienso en si no podían haberse arreglado las cosas sentándose a hablar, poniendo todas las cartas sobre la mesa, sacando todo lo que nos amarga por dentro, todo lo que hace que al estar mal y venga de esa persona irá todo a hacer daño, como si únicamente por venir de ella, fuese para joder. Podríamos haber mostrado nuestras cartas y luego decidir si nos convenía arriesgar o dejarlo pasar.
Fuimos cobardes, fuimos todo lo que un día prometimos no ser, no perder.
Hoy, especialmente hoy, pienso qué fuimos y qué hemos quedado.
Y a pesar de todo, no puedo evitar dar las gracias. Porque creo que lo que siempre queda, al fin y al cabo, solo son los buenos momentos, que para serte sincera, no es que hayan sido pocos.
Quizá estemos todavía detrás de esa puerta que cerramos, pensando si girar el pomo o irnos definitivamente.