miércoles, 13 de marzo de 2013

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Tiene eso que te hace enternecerte hasta límite insospechados. Como la película de amor que ves los domingos que te hace pensar tú triste vida amorosa y suspirar como la bobalicona que eres, como los días que te ríes sin ningún motivo, como las veces que te sientes fuerte e invencible, como las veces que te ves hundida y sin fuerzas.
Tiene la posibilidad de sacar lo mejor de todos nosotros, mientras que todo marcha según nuestros planes, pero también de sacar lo más oscuro, nuestros mayores temores y desesperanzas, nuestro juego más sucio y retorcido.
Tiene la virtud de hacernos fuertes pero también vulnerables y quien no es capaz de amar a nadie, quien no es capaz de desear amor a los demás, tiene un trágico y solitario destino.  Y es que acaso, ¿hay algo en el mundo que no se mueva por el amor? ¿Acaso la guerra de troya fue por ganar poder? ¿Acaso Aquiles no fue derrotado por eso mismo?
Todas las películas nos lo demuestran, da igual cuan fuerte sea el enemigo, poderoso y malvado, siempre el sacrificio que hace una persona anteponiendo su vida a que la persona a la que quiere sufra, el amor por un igual, el amor de una madre, el amor  por un amigo inseparable...
Me gusta Disney, me gustan las películas, porque el príncipe siempre arriesga y lucha por lo que quiere, porque la princesa no teme enamorarse, porque las madrastras y los enemigos siempre, siempre pierden.

Y que te digan...“Yo mataré monstruos por ti” 

Mi final feliz

"Que les zurzan. 
Sé lo que se siente, todos te dicen lo que tienes que hacer. Así que puedes sobrellevar la situación o verte superada, la decisión es tuya. 
Las cosas nunca son como las imaginamos, siempre van a decirte quién eres. Devuelve el golpe diciendo “no, yo soy así”. ¿Quieres que te miren con otros ojos? Pues oblígales.
Pero si quieres que las cosas sean diferentes, sal a comerte el mundo porque las hadas madrinas no existen".

Once Upon a Time

martes, 5 de marzo de 2013

NO.


La amistad está sobrevalorada. Y me da igual que me digan lo que quieran, lo está.
Hoy precisamente más que nunca me he dado cuenta de que no conocemos realmente nunca a la otra persona con la que compartimos algo más que risas sino también sábanas, que no conocemos a la amiga que duerme pared con pared, porque... ¿verdaderamente sabes lo que hacen? sabes lo que piensan? NO.
Y me da igual. O no. Pero no deberían vendernos la moto ni regalarnos los oídos para que después la patada sea más fuerte y dolorosa. No. No hay derecho.
No hay derecho de quien más presume y alardea de algo que no es, termine dándonos la jugada más rastrera y sucia que habrás vivido en tu corta vida. No es justo que debamos quedarnos como tontas y lo peor, lo peor de todo, es que nunca sabremos toda la historia. Nunca sabrás hasta qué punto eso llegó a ser cierto o no, quién empezó, de quién fue la culpa. No tengo derecho a exigir nada, pero si se trata de confiar en otras personas, que no me llamen loca cuando no confío ni en mi sombra, que no me digan que soy callada y debería decir las cosas como las pienso, porque... prefiero ser una persona que se reserve sus opiniones y sentimientos y así, no daré jamás decepciones, al menos no tantas.
No confío, ni confiaré. No volveré a caer. Y tú tampoco deberías hacerlo.
Y quien dijo que todo, absolutamente todo en esta vida es mentira, se ha ganado aquí  una fan incondicional.

 "La verdad es, que nunca sabemos en quien podemos confiar. Aquellos más cercanos pueden traicionarnos. Y perfectos extraños pueden venir en nuestro rescate. Al final, la mayoría de la gente decide sólo confiar en sí misma. Realmente es la forma más fácil...de evitar quemarse".