domingo, 20 de enero de 2013

R

Y se ilusiona, y sufre, y se arma de valor y vuelve a empezar.
Él, tan sensible y tan duro al mismo tiempo, cuánto cuesta que se abra a alguien, haciéndolo con miedo y con cautela, descubriendo poco a poco a esa nueva presencia que osa llamar a la puerta. Algunas personas saben apreciar el esfuerzo y te ayudan a curarlo, a protegerlo con uñas y dientes si hiciera falta.
Sin embargo, Tú, nunca vuelves a ser la misma. Todas las reconstrucciones te hacen formarte como persona, esas grietas que siguen quedando te muestran y te recuerdan los fallos que anteriormente cometiste o aquello que hizo que se rompiera.
Y se ilusiona, y sufre, y se arma de valor y vuelve a empezar, esperando a que a la próxima vez le duela menos y a poder ser, que nunca más ocurra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario