viernes, 13 de enero de 2012

El pasado siempre vuelve.

Son como esos fantasmas del pasado que vienen a atormentarte, a traerte sus recuerdos, los tuyos, los que tenías olvidados o más bien tú te habías obligado a ello.
Perdiste, sin querer entrar en el juego lo hiciste y desde entonces no has hecho más que perder. Perder ilusiones, perder risas, perder caricias, perderte aquello que te hacía feliz, perderte a ti misma.
Sabes que pasó queriéndolo o no, pero aun siendo inconscientemente sabes que no existe justificación, no existe marcha atrás. No puedes justificarte ni esconderte en tu forma de ser, cualquiera podría hacerlo con la suya y no hubieses aguantado ni la cuarta parte y lo sabes.
Sin embargo, siempre esperas que estén ahí, que nunca se cansen de tus borderías, de tus estufidos, de tus desplantes y de tu manera de desentenderte y pretendes que sea así siempre, que tengas que hacer el mínimo esfuerzo, que tengas que quererlos por lo que hacen pero todo tiene un límite.
Ves tu situación, tienes amigos auténticos por los que matarías si fuese necesario aunque antaño te pareciese imposible pero has despertado tarde y otros tantos increíbles y fundamentales en ti han caído y no has peleado por evitar aquello, o sí lo has hecho pero no lo suficiente.
Hoy quiero pedir perdón aunque no sirva de nada por ser como soy aunque me guste ser así o creer que es lo mejor, pido perdón por esos días en los que no me apetece hablar, por los días en los que no cojo el teléfono, por los días que decido no hablar, por las veces que he hecho llorar, por las veces que hayáis sentido que dándome una bofetada caería del burro. Pido perdón por sacaros de vuestras casillas, por las situaciones incómodas, por aquellas palabras falsas para salir del paso, por querer incondicionalmente y jamás demostrarlo. Pido perdón por ser tan dejada y créeme que en eso no hace falta más odio del que me arrojo a mi misma, pido perdón por tener miedo a coger un teléfono, por no decir planes, por querer y no hacer, por no dar tanto como recibí.
Pido perdón a mis pilares fundamentales, a todos ellos, a los que me arañan el corazón intentando que luche día a día contra mí misma por ser como soy, a los que me dicen las cosas como son y no como las quiero oír, pido perdón a cada uno de vosotros aunque sea tarde, pero necesito sentirme un poco mejor. Necesito creer que todo tiene algún motivo y algún por qué. A los que me provocan que llore de tanto reír y yo no sepa hacer lo mismo. 
Necesito pensar que sigo siendo yo, y que siempre seguiré siéndolo. Necesito pedir perdón en los momentos que me siento terriblemente culpable. Necesito sentir que el bien que todos ellos han hecho y hacen en mí, lo hayan sentido ellos por mi parte.
Siento no haber sido como esperabais.

No hay comentarios:

Publicar un comentario