miércoles, 8 de febrero de 2012

Mi verdad universal



¿Has sentido a veces que no sabes que pensar? ¿Ni sobre lo que decidir y que, por mucho que lo pienses vas a seguir igual?
Pues bien así soy yo.
Puedo estar eternamente decidiendo desde los temas más banales hasta los más importantes. Tomar una decisión únicamente porque es lo que hacen todas las personas normales y aun así seguir dudando, no dos días ni dos meses siquiera, sino que puedo estar dudando en tiempo indefinido. Cavilando eternamente. Mi vida es un mundo de inseguridades, donde siempre me debato entre el sí y el no, entre el hacer lo que pienso y lo que no, entre callarme o hablar.
Por eso creo que siempre estoy en estado de espera.
En espera de algo, en espera de poder decidir con seguridad sobre algún aspecto de mi vida, de tener la completa certeza que hago las cosas correctamente. Es espera de algo que me llene realmente y deje de hacerme dudar y tener la certeza absoluta que eso es lo que quiero y aferrarme a ello.
¿Cómo se supone que piensan y actúan las personas que son seguras? Las odio o más bien podría decir que las envidio. No lo sé exactamente, ni tampoco me sorprende.
¿Cómo saben descartar con esta falicidad? ¿Cómo saben qué camino coger? Yo me quedaría eternamente en el principio donde se bifurcan, por miedo a escoger el incorrecto.
Creo que nunca decido porque en el fondo tengo pánico de quedarme sola.
Que decida mi suerte, o mi desgracia.
¿O no?



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