martes, 31 de julio de 2012

JAMÁS


Podría hacer una lista inmensa de las cosas que he aprendido gracias a él, pero sin duda la honestidad y la lucha son las más significativas.
No escribo para que lean lo que pasa, cosa que no hará nadie más que yo, que leeré este texto una media de doscientas veces por día, sino porque siento que no puedo más.

Porque es muy fácil, de una manera que no podríais imaginar lanzar la piedra y esconder la mano sin sopesar la cantidad de daño que puedes hacer  a las personas, nunca he sido consciente de eso y ahora más que nunca me doy cuenta.


Porque el fin JAMÁS DE LOS JAMASES justifica los medios y el acoso y derribo es una cosa que debería estar penada con la cadena perpetua.


Juzgamos e inventamos, y cualquier cosa es válida para arremeter contra una persona a la que sólo se le tiene envidia, porque se ha ganado el cariño de la gente. Y no comprando unos putos votos sino porque no se va de vacaciones, porque no apaga el teléfono en ningún momento del día, porque los problemas de los demás son los suyos, porque no le basta con trabajar todas las mañanas y tardes de entre semana que se le puede encontrar en mi casa a cualquier momento del día.


Y todo esto no es trabajo que puedan conseguir los demás en meses ni siquiera años. Ni lo digo porque me lo diga mi madre o mi padre, lo digo porque lo veo a cada momento del día.


Es una persona que puede ir por la calle con la cabeza bien alta y que ayuda por igual a todos, incluso a aquellos que no se lo han puesto fácil, porque no calumnia ni hace daño a los demás y esa es la peor parte, porque si una mínima pizca de maldad tuviese no le estaría pasando todo lo que está ocurriendo. Es lo que pasa cuando das la mano y te cogen el brazo.


A pesar de todo, la lucha cansa y cuando es año tras año se hace cuesta arriba de una manera que por mucho que podáis imaginar no tenéis ni puta idea de lo que callamos día tras día, a pesar de que yo aquí no se ni la mitad de la historia.


Porque vosotros habláis gilipolleces y memeces, os reís y os vais a vuestra puta casa a dormir, y el que no pega ojo es el mismo de siempre.


A todos vosotros, a cada uno de vosotros que habéis jodido tantos de sus días quiero deciros que me alegro de ser hija de quien soy porque si algo no podéis hacer vosotros es enorgulleceros de lo que sois, no podéis ir con la cabeza alta por la calle, vosotros, gente mala y sin escrúpulos que si no tiene bastante en el ámbito profesional va a dar donde duele y eso si que no señores.


Un cuarto de siglo no se elimina de un plumazo en la mente de nadie, ni los que están a favor ni los que están en contra y eso, por más que insultéis no se borra, de absolutamente de nadie ni nada. Porque todo ese trabajo se lo han currado, no sólo él sino todos los que trabajan igual o más que él, que tienen que aguantar vuestras estupideces.


Todo lo que han conseguido es fruto del trabajo y por suerte, no saben de otra manera. Y como dijo una prima mía: “para hablar, primero tienes que estar a la altura”.


Lucha, luchar y seguir luchando, todos y cada uno de vosotros, porque estáis en unos puestos mas que merecidos. Siempre con la cabeza alta. Siempre adelante, que es lo que a ellos les jode.

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