martes, 18 de junio de 2013

18 de Junio

¿Cómo se olvida un día como este si dos personas importantísimas cumplen años el mismo día?
No quería dejar pasar este día sin hacer una felicitación especial aunque luego las vea y las estruje, eso ya corre de los riesgos de cada una de ellas.
La primera de ellas fue mi amiga casi desde el primer día que nos salieron los dientes de leche de juntas hasta los 22 tacos que tenemos ahora... y como en toda relación de matrimonio que tenemos... pues tenemos nuestros más y menos, nuestras buenas y malas rachas... y aunque ella se autodiagnostique todas las enfermedades que puedan existir en la capa de esta tierra la única que tiene es vivir en su mundo y creer que todas las personas son buenas aun cuando demuestran lo contrario. A pesar de todo, de todos estos años de peleas, de lloros, de cartas de amor, de viajes, de pisos juntas... sabes que te quiero, aunque me hagas llorar y probablemente yo a ti también, pero todo esto es necesario porque en las grandes familias siempre pasan cosas así. Pero ni aun con esas, podrás librarte jamás de los jamases de mi.
Tequiero y muchísimas felicidades boli.

La segunda persona es cuanto menos peculiar. La conocí hace ni más ni menos que seis años ya. Un día que entre por la puerta del instituto y la vi con su gorra y su camiseta lila, con una pierna por allá por las nubes y dando unas volteretas que merecían un aplauso por no echar el vómito luego. Desde entonces pasamos ser compañeras de clase y muy pronto amigas inseparables, hermanas. Compartimos ropa, zapatos y hasta chicos, pero es que como hermanas, teníamos que dejárnoslo todo. Dos adolescentes independientes a las que siempre les han ido las paranoyas, las que cambiaban hacer caso al maestro por tirarse la clase hablando por notas hablando de cualquier tontería, planeando la siguiente locura. Nos fuimos a vivir juntas, pero deben saber que la convivencia es lo más difícil que puede haber en esta vida hasta que cada una fue distanciandose de la otra, así sin más. Los amigos comunes no concebían una Naomi sin una María y viceversa y a pesar de todos estos años que te conozco, creo que pocos podrán ver algo igual.
Naomi, compañera de mis mejores años de juventud, quiero decirte como ya te dije en mi felicitación que siempre siempre siempre me vas a tener ( vale que suene ya repetitivo, pero es que te tengo que repetir las cosas 20 veces, a lo tipo madre, que para eso soy la mayor de las dos).
Que te deseo lo mejor todos los días del año y que compartas todos esos momentos conmigo o con alguien que sea importante en tu vida. (tendrá que pasar un casting supervisado por mi, esta claro)



No quiero llorar, ni que ninguna de estas dos sensiblonas lo haga también, pero es que la música esta del blog y todos los recuerdos vividos con ellas dos casi parece toda una aberración no hacerlo.
Quiero que sepáis queridas géminis mías, que sois imprescindibles e insustituibles en la vida de cualquier persona que esté cerca de vosotras y os conozca mínimamente. Que sois dignas de estudio porque esa cosa que lleváis sobre los hombros nunca ha funcionado correctamente, ni si quiera se ha acercado a funcionar a trompicones pero yo os quiero así, tal y como sois. Que sois grandes y especiales, cada una a su manera, y que jamás nadie podrá deciros que valéis o no valéis porque eso ya lo debéis saber vosotras de sobra, porque podéis con todo y más y sobre cualquier impedimento que haya por el camino. De todo se aprende, incluso entre nosotras mismas. Nos hemos hecho pasar momentos infinitos buenos y otros un poco más dolorosos, pero aprendimos y crecemos. Mejoramos y cambiamos, siempre para bien y aquí seguimos, queriéndonos. ( A veces os mataría, pero controlo mi instinto asesino)

Muchísisisisimás felicidades a las dos, a partes iguales, porque este dí, 18, jamás de los jamases y estando en cualquier parte del mundo, podría olvidar que cumplis años. Hasta que seais viejas y hagamos competiciones de ver quien toma más pastillas, cosa que ganará Joana seguro.

Pronto, muy pronto, os veo.
Os quiero.






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